Vuelve la música en directo por aquí, tal vez os esté cansando que nos centremos ultimanente en ello, pero queremos compartir con todos vosotros aquello que vemos y disfrutamos, a veces más y a veces menos.

Con una semana casi llevada a un extremo de mal gusto gracias a un entorno laboral estresante, una de las mentes menos privilegiadas del equipo del programa podía subsanar semejantes altibajos desconectando un poco y escuchando música en vivo, no le costó nada ponerse las zapatillas y avanzar preparado para escuchar.

Para empezar la semana nos encontramos con Ola podrida, que a diferencia del adjetivo, nos deleitaron con algo más que fresco, pop de ambiente folk que venía desde Brooklyn con solo dos de los cinco miembros de la banda y a pesar de haber perdido una guitarra en el viaje permitieron acercar a numeroso público hasta la sala y darles un gran motivo para irse con una sonrisa en la cara a casa. Me quedo con la canción que cerró el concierto de este banda que ha sido galardonada con el premio a la mejor nueva banda indie de EEUU.

El viernes era el turno de una leyenda, que aunque a todo el mundo no le encaje por aquí en está emisión, Steve Earle venía de la mano de su mujer Allison Moorer dispuesto a dejar incrustado su discurso rock de carácter político en las paredes de la sala Oasis. Tanto Allison como Steve tacharon la primera parte de su concierto de una manera más íntima, ella presentando su álbum de versiones, él dando un repaso a su carrera sobresaliendo durante un momento haciendo callar a un público, algo distraído, apagando toda amplificación y dejando a la sala alucinando, por lo menos los que no lo esperaban, antes de empezar a presentar las canciones de su último álbum, con el que contaba con la ayuda a los platos de alguien que haría sonar las bases de las canciones, que tan lleno de fusión publicó a final del año pasado. “Washington Square Serenade” dedicado a la ciudad dónde reside, Nueva York.

Para finalizar la semana, Bart Davenport, que muchos de vosotros conoceréis de su paso por el Easy Pop Weekend, volvía a España, está vez con un público bastante más por la labor que el día anterior, un silencio sucumbía entre canción y canción intentando no dejar escapar ninguna nota de las redondas canciones del californiano que creo, no defraudó a nadie y echando mano al bolsillo de unas cuantas covers agradó a todas las personas que se acercaron por la Lata de Bombillas. Menudo genio está hecho este californiano que terminó la noche bailando con las canciones que Jesús Easy se encargó de encajar perfectamente en una noche que presentaba el Granuja Rock a todo aquel que interesara, nosotros desde luego no nos lo perdemos. ¡Allí nos veremos!

Jorge Cerdán

Edición 82