Un desayuno dominguero tranquilo intentando desviar preocupaciones y llevarlas a la sonrisa, un par de chapuzas en un espacio blanco que todavía suena a hueco, visita a una tienda de discos abandonada por el gusto, salir de allí con una sensación de comprender como y por que a la industria musical se le ha ido la olla tanto a lo largo de los años… os dejo ejemplos… singles de 7 pulgadas de los Keruouacs, si leyerais las letras.. Hermanos Calatrava, Barrabás, bloques de discos mezclados en los que podías pasar de bandas como Nazareth o Scorpions a Boom 8, y efectivamente BOOM o Catacrack es lo merecían alguno… preferí salir y llorar al abandonar una de las pocas tiendas donde se pueden encontrar vinilos en Zaragoza. Para recuperarse, que mejor que comer, beber y dormir una siesta dominguera de estas que te levantas colocado sin saber ni dónde estás…
Después tocaba sentarse, elegir canciones y escribir la edición de El Cuartelillo, ese programa que nos llena todas las semanas, porque nos está haciendo llegar más lejos de lo que nos pensábamos, permite conocer a gente sin cara con las mismas ganas que nosotros guardamos para los miércoles, para sentarnos delante de los micrófonos, ordenar las canciones, hablar con nuestro querido amigo de la semana, de las novedades, de lo que está por venir y poner en marcha esa sintonía de Ananda Shankar
que recuerdo que a nuestro locutor no terminaba y ahora creo que le gusta un poco más ¿no? ¿Me equivoco?
Mañana ya vendrá Octubre, un mes en el que nos ponemos a prueba con todo el equipo de la radio, esta semana nos vamos a tener que esforzar, el primer fin de semana coincidirá con nuestra primera prueba, veremos si podemos con ella, yo lo veo positivo, espero que el siguiente domingo sea como éste.
Bien, este cumulo de sensaciones hace que tenga ganas de empezar la semana, al contrario que mucha otra gente desea que el domingo no acabe nunca, que el sofá se los trague, habrá que trabajar el lunes para comer. pero el miércoles tiene que llegar, suena El Cuartelillo.
Jorge Cerdán
Special guest: Leonor
ENTRE RIOS. Tuve
Ya desde su primer disco, “Idioma suave”, este trío argentino demostró que la electrónica se puede usar tan sutilmente en el pop, que lo único que hace es engrandecerlo. Con una voz personalísima, lánguida a veces, pero con un registro bárbaro, Entre Ríos se abrieron hueco poco a poco dentro del mundo de los orfebres.
Si te vas y me dejas… recoge los restos… Si los latidos se paran… envuelve mi corazón de otoño. Si los días, las noches, las estaciones me resultan tan vanas como verdaderas… planta un árbol de nuevo en mi hojarasca. Si de verdad no me quieres, si de verdad se ha acabado… quema el rastrojo y déjame arder. Y si la llama encendida me consume, me apagaré con el silencio de otro rostro. Y el fuego purificará el anhelo perdido y los días contados. Mientras tú no quemes más que el fuego.
Edición 63
El Cuartelillo. Edición 63 (3 de octubre de 2007)