Con prisas y a la carrera comenzó para mí el jueves el Primavera Sound 2009. La programación del festival situó a mi principal objetivo, el grupo estadounidense Yo la tengo, a las 21:45, un horario demasiado madrugador para quienes acudíamos al festival desde fuera de Barcelona. En apenas media hora (mi tren llegaba a la estación de Sants a las 21:15) tenía que recorrerme una Ciudad Condal que celebraba la Champions del Barça. Y aunque me costó algo más de tiempo llegar al Fórum, con maleta incluida, lo hice justo a tiempo. Apenas llevaba unos instantes entre los asistentes al concierto de Yo la tengo, cuando sonaron los primeros acordes de Stockholm Syndrome, mi canción favorita y mi segundo gran reto de la noche: escucharla en directo. Creo que nunca podré explicar la emoción de ese momento, y mi gran pena fue no haberlo podido compartir, salvo en la distancia. Con la piel aún de gallina, los estadounidenses siguiendo desgranando con gran solvencia los grandes temas de su repertorio e, incluso, para sorpresa de todos, nos regalaron un bis, cuando casi todos nos alejábamos ya del escenario. La canción elegida, el broche perfecto para el concierto, como no podía ser de otra forma, fue la gran Sugarcube.
El festival, por lo tanto, no pudo comenzar mejor, aunque, poco después, me quedase con las ganas de ver a Andrew Bird, un fijo en mi horario personalizado. Y es que creo que el mayor pero del Primavera Sound, otros quizás lo consideren una virtud, es que te obliga a elegir entre los grupos programados, y no una vez, sino muchas y constantemente. Porque aunque en casa elabores una hoja de ruta con los horarios de los grupos que quieres ver, es realmente imposible llegar a todos; los tiempos son muy ajustados y las distancias y colas, normalmente, largas, a pesar de la buena organización general del festival. Quienes no se me escaparon el jueves fueron My bloody Valentine. Sin la sorpresa de escucharles por primera vez en directo, y con una actuación similar al concierto que ofrecieron el año pasado en el FiberNight, los irlandeses, sin embargo, no defraudaron y volvieron a narcotizarnos con su distorsión, llegando en algunos casos al aturdimiento. No fue el mío, ya que la curiosidad (mi guía durante prácticamente durante todo el festival) me arrastró antes del final del concierto hasta Ponytail. Y fue un error porque, a pesar de las ganas que le pusieron, a mí no me convencieron e hicieron que me lamentase por dejar el concierto de My Bloody Valentine.
Con más tranquilidad afronté un viernes con muchos grupos subrayados en mi selección. Comencé con buen sabor con Los Punsetes y después de un breve paso por el saloncito de Myspace para ver, sin mucho éxito, a la Limbo Starr Orchestra, continué con Spiritualized. Apenas los había escuchado y realmente los norteamericanos me gustaron en directo: buen sonido y presencia en el escenario. Tras Spiritualized llego, para mí, el mejor concierto del viernes: The Pains of Being Pure at Heart. Ya sólo el nombre invita a escucharlos con atención, pero si acudí fue porque me los recomendaron, y me encantaron con su actitud y pop alegre de guitarras. Y aunque este cuarteto neoyorquino acabe de llegar a la escena, su disco contiene muchos temazos, como Young adult friction, Everything with you o A teenager in love. Muy muy recomendables. Tras hacer cola para ver nuevamente a My Bloody Valentine, esta vez en el Auditori y sin aportar nada nuevo, volví al aire libre a ver a Jarvis Cocker. Y aunque no cante las canciones de Pulp, como nos gustaría a muchos, cuenta con un buen repertorio en solitario y su incomparable personalidad sobre el escenario. The Drones, Shellac y A Certain Ratio rellenaron mi programación del viernes.
Por último, el sábado fue un día de grandes nombres: Sonic Youth, Neil Young, The Jayhawks o Herman Dune… y aunque todos ellos me gustaron, ninguno llegó a emocionarme, quizás debido al cansancio acumulado los días anteriores o a que emoción que sentí con Yo la tengo fue realmente insuperable. El sábado también fue el día de la vuelta a los años 50 con Kitty, Daisy and Lewis, y de las despedidas después de varios días de compartir conciertos. Y es que la música, si se comparte, suena mucho mejor.
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Playlist de la edición 140
NEIL YOUNG: Get behind the wheel (Fork in the Road)
THE NATIONAL: So Far Around The Bend (VV.AA.: Dark Was The Night)
JESSE MALIN: Harmony (On Your Sleeve)
SAINT ETIENNE: Sylvie (Hoy Pincha: Leonor)
PETE DOHERTY: Arcady (Gracelands)
FLAMING GROOVIES: Shake some action (Shake some action)
THE RIGHT ONES: Front Line (Look inside in)
WIRED FOR MONO: The Man behind the wall (The man behind the wall)
Agenda musical
EXTRAPERLO: Cavalcade (Desayuno continental)
RINGO STARR: Liverpool 8 (Liverpool 8)
JAY SEMKO: She Won’t Be Lonely Long (International Superstar)
PULSO: Memoria de Pez (Demo 09)