Al final se fue. Al final se fue otro hombre bueno. Eso es lo que lo caracterizó: su bondad, su optimismo y su preocupación por los demás, tanto a sus seres queridos como a los más desconocidos.
Desde muy joven participó en casi todo que se le pidió y se entregó a su manera por los demás. Participó, colaboró, apoyó, sostuvo siempre desde el segundo plano, a una gran cantidad de clubes deportivos, asociaciones de todo tipo y actividades variopintas. No le importó ser parte integrante de los duros inicios de varias asociaciones como tampoco le molestó estar en los momentos más difíciles de otras aportando su trabajo y lo que no es trabajo.
Qué decir de su vitalidad y su optimismo. En sus dos últimos años de vida daba una lección diaria de lo que es vivir. Aún intuyendo que la vida se le iba, no mostró en ningún momento ni una sola queja, siempre veía el mañana como si fuera hoy y tenía la misma ilusión de vivir o más que un joven. Agradecido por todo lo que le dio la vida y él pudo conseguir, nos hizo sentir a todos que mientras estés en este mundo, cada día es una oportunidad para hacer realidad tus sueños sin molestar a los demás.
Comentaba que casi no le quedaban amigos porque se le habían muerto casi todos. Sin lugar a dudas, se refería a los de la infancia y juventud porque la lista de amigos o gente que lo apreciaba es enorme. Nos hemos dado cuenta, como la gente lo paraba por la calle, le preguntaba y se preocupaba por él; amigos de todos los ámbitos y de todas las partes te decían que era una excelente persona y que tenía grandes valores y un enorme corazón.
Corazón tan grande como para oír con 88 años El cuartelillo, un programa con una música para él infernal e indigesta, sólo para escuchar un poco más las voces de algunos de sus seres queridos y para preocuparse y colaborar con otra actividad más. Esto lo sabe muy poca gente, pero cuando nuestra radio dejó de emitir una temporada por la FM, se ofreció para instalar Radio La Cotorra en su casa sin contraprestación alguna. Así era.
Descansa en paz, Santiago; un hombre bueno.
Playlist Edición 219
K.D. LANG: Hallelujah (Recollection)
EFTERKLANG: I Was Playing Drums (Magic Chairs)
TENNIS: Seafarer (Cape Dory)
BRAIDS: Glass Deers (Native Speaker)
SMITH WESTERNS: Smile (Dye It Blonde)
GORILLAZ: On Melancholy Hill (Plastic Beach)
APRIL FOOL’S DAY: Being Phil (Olympic Games)
THE AMAROSES: La hija de Satán (Creating the Monster)
MIKA: Happy Ending (Life in Cartoon Motion)
El Cuartelillo. Edición 219 (4 de mayo de 2011)
¡Vaya sorpresa, querido amigo! No espera encontrarme esto cuando le di al play. Y no porque no se lo mereciera, porque él se mereció más de lo que tuvo, porque se mereció todo lo bueno, sino porque no parecía que tuviera mucha relación con un programa de radio. Aunque luego lo pensé y éste es un espacio dedicado a artistas, y aunque perteneciera a otro gremio, él fue un gran artista. Y si además, te llevas la sorpresa de que escuchaba El Cuartelillo, nunca mejor que dedicarle el blog a uno de nuestros Cotorreros, uno más de los que nos ha prestado su colaboración porque sí.
No puedo añadir mucho más de lo que tú has dicho, porque lo has definido a la perfección. Era un hombre de un gran corazón, tanto que fue el último órgano en darse por vencido, el único que en 88 años no se le resintió ni una sola vez.
Pero no era un hombre bueno, era el hombre más bueno que jamás he conocido, al que nunca en 30 años le vi enfadado, quejarse, un mal gesto…. Por eso le he admirado, por estos motivos y muchos más, me he sentido orgullosa. Hace bien pocas semanas hablamos del premio que habíamos recibido sin merecérnoslo. Mi lotería fue compartir con él todos los buenos y malos momentos de mi vida, empapándome del amor que desprendían todos los poros de su piel, haciéndose casi palpables.
Siempre fui mala estudiante, así que ni he heredado ni he aprendido nada de “el pañuelos”, aunque sé que ha dejado algún buen representante.
Mi abuelo era un hombre de buenas palabras, pero sobre todo, de presencia. Así que no, “mi alegría de la huerta” no se ha ido, está cogiendo jíngoles con su mono, sus botas y su gorra de titanlux, está quemando rastrojos sin conocimiento, está socarrando embrague y atemorizando a los conductores con sus propias clases de conducción, está con su chaleco y su corbata, todo guapo él, dejándonos con la boca abierta porque un año más se ha terminado su super postre de Meseguer, está llamándote chatona y cagándose en la mar del gallo, está comprando merengues…y sobre todo, está SONRIENDO, porque hay que poner una foto en la que esté de espaldas para no verlo sonreír.
Tengo muchos recuerdos de él, pero ninguno en forma de canción. Gracias querido amigo por dar en la clave.
Un beso gordo, abuelo, uno de los tuyos, de esos sonoros, de los que te buscan la mejilla y te hacen sentir que te quieren, seas como seas.
jo chicos. Qué bonito….
Lo siento mucho chicos. De verdad. Por lo que he leído, habéis tenido mucha suerte por tenerlo al lado en vuestras vidas. Un abrazo muy fuerte.
Piel de gallina¡¡
Un homenaje precioso…
era un hombre bueno, es dificil encontrar alguien así, pero nosotros lo hemos disfrutado, gracias
por todo.descanse en paz