Cousteau fue una de esas bandas a la que es muy difícil etiquetar, ya que tocaron multitud de palos en sus canciones. Nos dejaron tres discos y del primero de ellos, recuperamos esta maravillosa canción: “The last good day of the year”, una trompeta suave, una voz espectacular y un estribillo demoledor. El himno de los que creen en la esperanza.
Un año más que se acaba y otro más que vendrá. Un año que se purifica en solo una noche. Una noche que impone multas por exceso de velocidad. Una noche que busca su camino entre la niebla. Una noche para el recuerdo y para la esperanza. Una noche tan larga y tan corta que descoloca. Una noche sin calma, fría y generosa. Una noche de colores y besos, intranquila. Una noche con vales de descuento y cumpleaños feliz. Una noche para saltar a la comba entre dos años. Una noche especial, la última o la primera…