Edición número cinco

Quinta entrada en nuestro blog. Esa bitacora en internet en la que va quedando constante nuestro paso semanal por las ondas en este barco sin rumbo fijo todavía.
Este Cuartelillo que ansiamos navegue hacia delante, ¡sin duda con gente dentro!
Aunque no sea frecuentemente visitada, cualquiera que se conecte a nuestra pagina web puede repasar cada una de nuestras emisiones y podrá visualizar desde la primera pista en la que entro la aguja hasta la última, y seguramente lamentará haber llegado tarde…

Cada que vez que nos sentamos a escribir sobre algo pensamos que no habrá otra idea que surja sin repetir algo anteriormente mencionado. No somos escritores, tampoco músicos, tan sólo queremos construir un poco de nuestra escondida creatividad para dar originalidad a esta manera de dar a conocer música.

Todos sabemos que uno de los medios que más importancia dan a la difusión de la música es a través de las ondas.

Hoy, de los muchos medios existentes, hemos elegido uno; ese que hace que busques durante una hora un disco que no encuentras, que te encuentres con una cinta grabada y con unos rótulos no escritos por ti, algún que otro disco con la portada rota debido a… si no lo has adivinado ya, nos referimos al intercambio.

Algo que hace unos diez años podía hacer un disco tan difícil de encontrar que olvidabas su título. Las casualidades son posibles y llega un día presente en el que visitas una tienda de discos y te lo encuentras delante de tus narices. Ahí estaba, era el único disco que Things to Come habían editado en sus días, ahora una disquera había resucitado sus canciones con una reedición que había llegado hasta aquí, hasta debajo de mi pequeña nariz.

¿Por qué no me compre el disco? Mi situación era diferente, mi tocadiscos estaba a dos mil kilómetros de mi nueva casa. La gente que últimamente conocía coleccionaba camisetas de futbolistas enmarcadas, algo que yo no iba a hacer con mi disco, era mío y no lo había comprado. Y no quiero comparar el futbol con mi disco, rivalidades existen en todos lados, o sino dime que grupo es mejor que Things to Come ¿eh? Está claro que si equiparáramos sueldos, si sonaban mejor que cualquiera de los escupitajos que aquellos galácticos tiran al suelo. No pude evitarlo y ahí se quedo, viendo pasar el tiempo… mi disco de Things to Come.

Si alguno de vosotros ha tenido la oportunidad de visitar alguna tienda de las que forman el grupo de las reventas podéis encontrar de todo, y aunque no compréis nada, seguro alguna anécdota sacareis de ahí. De una de ellas saqué una de los mejores gustos con lo que te puedes quedar fruto del intercambio, es la de recordar a la persona que te regala un disco, te lo presta o recomienda, y no digo un disco cualquiera, hablo de uno que gire a 33 con una portada de impresión y que puedas mostrar y tratar como un libro de verdad.

En el programa de hoy, va a ser muy interesante, nos hemos acordado de la influencia en la música del sexo femenino, ya que a lo largo de nuestros primeros programas hemos incluido casi un absoluto para el lado complementario, excelentes niveles también en matemáticas.

Lejos de diferencias de sexos y recordando que el problema todavía persiste, hemos elegido un recopilatorio con más ejemplos de nuestra mejor música y más que se nos ha quedado en el tintero para pasar un buen rato rodeados de ellas en nuestro Cuartelillo, vuestro Cuartelillo…

Jorge Cerdán

El Cuartelillo. Edición 5 (24 de febrero de 2006)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *